Perfilado: Redefine la forma del labio con un perfilador para corregir inestetismos.

Para realzar las comisuras, evitando que den una sensación caída al labio, inicia el trazo desde la misma comisura hacia el centro. De esa forma, las comisuras cerrarán en el mismo punto y conseguirás un perfilado equilibrado.

Difumina el color con un pincel de labios hacia el interior e intensifica el color en los laterales para lograr un efecto volumen en el centro de la boca.

Con un lápiz claro, refirma las correcciones para delimitar más el perfilado del labio, y difumina. Utiliza un polvo traslúcido por el exterior del labio para fijar el lápiz.

Relleno: Para intensificar el tono del labial y crear una base de color, usa un lápiz perfilador. Puedes combinar varios colores o texturas de labiales para conseguir un efecto óptimo de volumen.

Utiliza un color más claro en la zona central del labio, para atraer la atención hacia este punto. También puedes reservar el color oscuro en el centro, y el más claro en los laterales, buscando un efecto “geisha” de boca pequeña y redonda.

Combina los dos labiales mates y, como paso final, añade un gloss encima para conseguir un brillo que le aporte un aspecto más jugoso.