La figura de la organizadora de bodas, empezó a tener éxito cuando Jennifer López protagoniza la película de “Planes de Boda” en 2001. Su papel, era el de una prestigiosa organizadora de bodas de San Francisco a la que le toca planificar el enlace de una famosa pareja. En el transcurso de la película, se pueden apreciar todas y cada una de las funciones que tiene una wedding planner. Razón por la cual, desde ese preciso instante, ejercer como organizadora de bodas se convierte en el sueño de muchas. Lo que dio lugar a que empezaran a crearse una gran multitud de cursos en los que se ofrecía una formación completa para ser un profesional de la organización de enlaces.
La wedding planner, por lo tanto, aparece como la salvación para muchas parejas que por falta de tiempo o inspiración no saben conducir su boda al éxito rotundo. Aunque las bodas cambian según el momento y la zona donde se celebren, hay símbolos y costumbres que se mantienen. Está claro que no será lo mismo una boda hindú, que una gitana o musulmana, ¿verdad?
Cuando hablamos de símbolos y costumbres, nos referimos: al velo, el vestido, las alianzas, el ramo, las arras, el pastel nupcial, etc. Se trata de elementos, que de forma común, aparecen en prácticamente todas las bodas y que una wedding planner siempre deberá tener en cuenta.
Todo enlace consta de tres partes distintas: el antes, el durante y el después de la boda. Momentos diferentes entre los que se dividen todas las tareas por hacer y que ayudan a la wedding planner a organizarse. Si quieres dedicarte a esta maravillosa profesión… ¡presta atención! A continuación te presentamos algunas de las funciones que realizarías si te convirtieras en organizadora de bodas.
Antes del enlace
La principal función será realizar un análisis exhaustivo a los novios para conocer con exactitud qué es lo que buscan. Ya no sólo hablamos del día, la hora, el lugar y el número de invitados sino que también buscamos conocer el estilo de boda que desean: marinera, romántica, formal, informal, vintage, temática, industrial, etc.
Cuando los novios ya hayan expresado sus deseos y sueños versus la boda, el trabajo de la wedding planner es ofrecer distintas propuestas a la pareja, incluyendo siempre detalles e ideas distintas que aparte de sorprenderlos, encajen en el presupuesto pactado y sean de agrado para ambos.
Ya elegida una de las propuestas por parte de los novios, empieza el trabajo emocionante como wedding planner y la forma más práctica de no olvidarse de nada, es preparar una lista o listas que incluyan todos y cada uno de los detalles necesarios para que el día de la boda esté todo listo. Dentro del sector, a esto se le llama la Check List y, conforme vamos zanjando todos los temas, iremos tachando. Detalles que van desde lo más obvio: el vestido de novia, los anillos, el pastel o el ramo, hasta cosas como el centro de mesa, las invitaciones, todo el papeleo necesario para la celebración del matrimonio (dependiendo de la tipología y modalidad de boda), entre numerosas cosas más.
Es importante detallar con antelación todas las actividades que se llevaran a cabo el día de la ceremonia y por ello, la wedding planner tiene que realizar un timming o cronograma que lo recoja todo de forma muy detallada. Un timming que deberán seguir pautadamente tanto los novios como todos los proveedores (fotógrafo, transporte, catering, baile, etc) para que todo salga a la perfección. La figura de la organizadora será el punto de unión para que todo funcione como debe.
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El día de la boda
Este es el día más esperado por parte de los novios y han depositado toda su confianza en la wedding planner para que todo vaya según lo planificado y sea todo un éxito. Su función será asegurarse de que todos los elementos siguen el recorrido planificado con anterioridad.
En la ceremonia, se deberán tener en cuenta puntos tan importantes como: el sacerdote, las sillas, la distribución de los invitados según el protocolo, la colocación de los novios en el altar (si se da el caso), su salida de la iglesia, el fin del acto, etc.
En el banquete, ayudar a la distribución de todos los invitados en el espacio, contactar con el catering para confirmar que existen menús especiales para aquellas personas que lo habían demandado, hacer que el pastel aparezca en el momento indicado, coordinar que la iluminación es la correcta en cada instante, etc.
Después de la boda
Acabado el día más feliz de las vidas de los ya casados, aún queda uno de los momentos más inolvidables: la luna de miel. Muchas parejas también encargan a la wedding planner la preparación del viaje. Si es así, también se tendrá que tener en cuenta la reserva con antelación del vuelo y hotel, los pasaportes, las posibles vacunas, los compromisos profesionales, entre otras cosas.
La wedding planner también acompañará a los novios junto al fotógrafo para la elección de las fotografías y la posterior entrega del álbum, también se encarga de ayudarles a redactar un agradecimiento a todos los invitados, repasar de nuevo el presupuesto para asegurarse que todo haya estado pactado previamente… Así como cerrar todos los acuerdos con todos los proveedores.
Si quieres dedicarte a planificar bodas, debes saber que tienes que ser la persona más organizada del planeta, ya que el éxito del enlace dependerá de ti. Serás tú la encargada de que el día de la boda todo salga según lo previsto.
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